Ermita de San Roque
La ermita de San Roque, fundada por el caballero de la orden de Santiago D. Francisco de Lara se sitúa a finales del siglo XVI, según una antigua lápida que coronaba su portada. La elección de su advocación debió de estar relacionado con alguna de las pestes que asolaron la región en esa época.
A mediados del siglo XIX, el pintor de Cámara de Carlos IV y Fernando VII, Juan Antonio de Ribera (1779-1860), se hizo con la propiedad del pequeño templo. Lo reparó y embelleció con cuadros salidos de su mano y de su hijo, el también pintor Carlos Luis de Ribera (1815-1891).
En 1900 los herederos del pintor cedieron la propiedad de la ermita al ayuntamiento de Navalcarnero. La última reconstrucción se realizó entre los años 1998 y 2000 por la Escuela-Taller del municipio.